La educación emocional

Las siguientes tres imágenes pertenecen a una campaña cuyo mensaje es muy sencillo y muy cierto: «La escuela no puede enseñarle todo a los niños».

Se trata de tres situaciones muy extremas, que difícilmente los niños tengan que enfrentar alguna vez. Es natural que la escuela no se ocupe de prepararlos para resolver este tipo de problemas tan raros.

La escuela no puede enseñarles todo a los niños (National Geographic Kids)
La escuela no puede enseñarles todo a los niños (National Geographic Kids)
La escuela no puede enseñarles todo a los niños (National Geographic Kids)
Las tres imágenes son de National Geographic Kids

La escuela no nos prepara para estas situaciones tan insólitas y eso, claro, es muy razonable.

Pero también es cierto que en la escuela sí recibimos una enorme cantidad de conocimientos que rara vez aplicamos luego en la vida real.

Por ejemplo, para muchas personas debe ser tan poco probable tener que enfrentarse alguna vez con un oso enfurecido… como tener que calcular un logaritmo.

No digo que recibir mucha información sea necesariamente malo. No me quejo de lo que la escuela estaría enseñando «de más». Pero creo que hay otras cosas que son muy importantes y lamentablemente la educación formal no se ocupa de ellas en absoluto.

Tal vez debería reformularse el sentido general de la educación para que los niños además de saber lo que es una raíz cuadrada, puedan aprender también a resolver aquellos problemas que les van a provocar los peores dolores de cabeza a lo largo de sus vidas.

Las siguientes fotos corresponden al segundo año de mi escuela primaria. Tenía entonces 7 años:

Axel Piskulic en la escuela, en el año 1970
En mi escuela no había educación emocional (foto grupal, año 1970)

Me acuerdo muy bien de cada uno de mis compañeros, con algunos estoy en contacto ahora vía Facebook. Y también recuerdo con mucho cariño a esa maestra, se llamaba Haydeé.

Ese año empezó muy mal para mí. Estaba infinitamente triste, sobre todo en la escuela, y no conseguía salir de ese estado. Pasaban las semanas y no podía explicarme lo que me pasaba.

Un típico cuadro de depresión.

La maestra se dio cuenta de que algo raro me pasaba y se comunicó con mis padres. Ellos, lógicamente, me preguntaron cuál era el problema. Yo no lo sabía, sólo sentía una profunda tristeza. Pero inexplicablemente no les quería contar ningún detalle porque me sentía muy avergonzado.

Inventé que me dolía mucho la cabeza y terminé en el consultorio del médico de la familia. No me encontró nada y supuso que sólo estaba fingiendo. Por lo menos no me embarcó en una interminable serie de estudios médicos.

Finalmente, como pude, me repuse. Tuve otros períodos de depresión, pero mucho tiempo después, en la adolescencia.

Volviendo al tema de la escuela, en los planes de estudio no hay nada relacionado con aprender a manejar las propias emociones. Ni nos enseñan tampoco a resolver conflictos, a enfrentar el rechazo o la crítica, a elaborar una pérdida, etc.

¿Cómo mantener relaciones satisfactorias con los demás? ¿Cómo sostener una visión optimista a pesar de los problemas? ¿Cómo desarrollar un saludable nivel de autoestima? ¿Por qué no podría ocuparse la escuela de ayudar a los niños a aprender estas cuestiones tan importantes?

Un niño con una llave, a punto de abrir su corazón (Unlock, by Christian Schloe)
La ilustración es de Christian Schloe

Cómo enseñar estas habilidades a los niños

Una maestra inteligente y sensible conversará a veces acerca de estos asuntos con sus alumnos. A lo largo del año habrá muchas oportunidades para que toque estos temas. Pero tal vez no esté preparada para hacerlo bien, no es ésta su misión formal.

Se supone que esta responsabilidad es de los padres, que estos conocimientos deberían aprenderse dentro de la familia. Pero no parece que todos los padres puedan transmitir adecuadamente estas habilidades… precisamente porque en la mayoría de los casos ellos mismos no han terminado de aprenderlas.

Seguramente la educación ha cambiado mucho desde que me tomaron esas fotos. Pero no estoy seguro de que hoy la escuela acompañe la evolución emocional de los niños, con un mayor compromiso que en aquellos tiempos.

Tal vez ahora un alumno con problemas sea rápidamente detectado por el sistema, sobre todo si presenta problemas de conducta. Pero también es cierto que es probable que termine siendo medicado para corregir sus «síntomas».

Sin embargo, es perfectamente posible enseñarles a los niños las actitudes emocionales más saludables:

«Ama tus rizos», publicidad de Dove.

En el caso de la autoestima, por ejemplo, es fundamental que los padres sientan y expresen amor incondicional hacia sus hijos. Pero también es muy importante el ejemplo, es decir que los niños puedan ver que sus padres se valoran, se aprecian y se aman a sí mismos, independientemente de sus logros o de su aspecto físico.

La manera más eficaz de enseñar estas habilidades emocionales tan importantes es a través del ejemplo, que los niños puedan verlas en acción. Y es nuestra responsabilidad, entonces, aprenderlas primero.

Axel Piskulic

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281 comentarios en “La educación emocional

  1. Hola Axel, en total acuerdo, somos unos analfabetos emocionales con títulos profesionales pero sin estrategias ni armas para las relaciones sociales y emocionales en la vida, sin embargo la vida es una gran escuela que nos da enseñanzas forzadas a través de las cuales aprendemos dolorosamente alfabetizando nuestras emociones.

  2. Eso es real pero en el mundo de la inocencia y sin enseñarte que al estar en este mundo en que cada vez el humano es más inhumano y te dañan gratuitamente moralmente y físicamente personas que te rodean o preparadas para protegerte… nadie enseña esto… en fin, la vida te deja crueles enseñanzas…

  3. Gracias Axel por este artículo!! Siempre tan oportuno, parece que leyeras mi mente, cuando por ejemplo pienso en algún tema, sé que ese día o al siguiente no tardará en llegar tu mail con lo que estuve pensando!!

    Soy docente de nivel medio, realmente veo en mis alumnos (de 13 a 16 años) que se manejan como boyas en el mar, van, vienen, sin poder discernir y comprender lo que les ocurre en el interior de cada uno, qué bueno sería que la educación incluyera una formación de estas características, voto ya mismo por ello!!!

    AMARSE a uno mismo, ése es el secreto, y cuántos dolores de cabeza nos ahorraríamos mañana!!!

    Gracias!! Gracias!! Gracias!!

  4. Hola Axel: Felicitaciones por este interesante artículo!

    La educación emocional desde la escuela seguirá siendo una asignatura pendiente, nos evitaría muchos problemas de tiempo, esfuerzo y voluntad en la edad adulta para lograr desaprender y sanar vacíos emocionales.

    Un abrazo!

    Luz

  5. En verdad es muy grato recibir día a día tus correos, y con gusto leerlos, ya que siempre hay algo que nos toca el corazón, de hecho me regresé a mi época de infancia, y a recordar ahora con gusto, aquellos momentos.

    Buen día!!!

  6. Este tema me ocupa particularmente ahora que mi hijo adolescente se queja (mucho) de la escuela. Yo misma la pasé pésimo en la escuela, a pesar de que siempre fui buena alumna (abanderada y premiada) y no quisiera que mi hijo pase por lo mismo. En la escuela a donde van él y su hermano, existe un «taller de manejo de las emociones», de interesante y útil contenido, pero que en la práctica, luego, cuesta verlo reflejado.

    También me interesé por las modalidades de enseñanza Waldorf y Montesori, y aunque son corrientes muy atractivas, están poco difundidas y no existen escuelas así cerca de casa, de nivel secundario. Ayer vi un video en Internet de un profesor español que hizo una experiencia diferente, «Entre maestros» con adolescentes… es interesante pero no una guía suficiente.

    De mi propia cosecha, de haber leído cuanto libro me ha llegado de psicología, gerenciamiento de organizaciones, autoayuda, meditación, crecimiento personal, religiosos de varios orígenes, y metafísica de varias corrientes… concluyo que lo más saludable y productivo a todo nivel, pasa siempre por AMAR. Amarse, para empezar, y repartir al prójimo. Tan obvio, tan simple,…. tan complicado!!

    Creo que la enorme cantidad de implicancias positivas de lograr un saludable e incondicional amor por uno mismo, y que por decantación genera el mismo sentimiento hacia el prójimo, es la respuesta a casi, casi, todos nuestros males…

    Amarnos, tan evidente, tan sencillo…

    Pero no debemos preocuparnos por la forma de aprenderlo, la escuela es la vida, y hace un excelente trabajo, sin excepciones.

  7. Hola Axel, soy Gloria, siempre sigo tu blog, me hace bien. Con este artículo en particular me sentí identificada. Lloré cada día de mi escuela primaria, una fuerte opresión me invadía. Padecí la secundaria, tuve que adquirir conceptos que jamás nunca usé y por los cuales recibí retos y castigos por no obtener la nota que mis progenitores pretendían de mí. Sí recuerdo con emoción, alegría y profunda felicidad la etapa de preescolar, mi seño Alicia me hizo vivir un mundo de maravillas, ella me mostró y les mostró a los demás que aunque no tuviera mi mano izquierda era un ser humano con emociones, pensante, que amaba y necesitaba ser amado y aceptado. Me introdujo en la clase y en jardín como otro ser y así me pudieron ver mis compañeros, aceptando lo diferente, superando la etapa de acoso, de la repetitiva pregunta «que te paso», «porque tenes eso», etc, etc. Ella sí nos mostró sobre los sentires internos, comprendió la curiosidad, y la pena, integrándonos en momentos que jamás olvidare. Comparto la idea, la escuela debe replantearse, no puede ser que una maestra de los años 70 entra a un salón hoy y esta todo igual, con pocas variantes, y vemos bien que la sociedad ha evolucionado y requiere otras cosas, formas, conceptos. A fin de no aburrir, esperando haber sido elocuente, me despido de ti agradecida. Un fuerte abrazo.

  8. Muy interesante este artículo, qué maravilloso sería que todas las personas tuvieran esta oportunidad de tener esta información, porque de verdad cómo se necesita tanto padres de familia como educadores, que los gobiernos muestren un mayor interés por estos temas que son trascendentales en los seres humanos. Muchas gracias me encanto tu foto, hermosísima, un abrazo.

  9. Como siempre me encantan tus artículos y coincido totalmente contigo, la educación en nuestro país México no se preocupa por enseñar a los niños o al menos a orientarlos tener una vida sana en el aspecto emocional, que es esencial para tener los mejores resultados a lo largo de nuestra vida. Si bien sabemos que una parte de esto debe ser en nuestra casa, con la vida actual no siempre es posible pues los padres se dedican la mayor parte del tiempo a trabajar… esto nos da como resultado falta de atención con los pequeños.

    Gracias por compartirnos lo mucho que tienes de ti,

    Un Abrazo

  10. Hola… Como siempre tus artículos son muy emocionantes… y los vivo con mi bebe de 2 años y 8 meses… el amor que me brindaba mi mamá y lo sigue haciendo, gracias a Dios… no hay nada mejor que los ejemplos para los hijos… le doy lo mismo que mi mamá me dio y me da con los días… mucho amor… Gracias una vez más…

    NAMASTE

  11. Comparto plenamente lo que tú dices, en la escuela se transmiten conocimientos, los padres tienden a delegar la educación de sus hijos en los maestros y la escuela. Y al final el aprendizaje de la vida y las habilidades necesarias para vivirla y afrontarla, quedan en un cajón de sastre, que cada cual las autoaprende en base a las circunstancias, personas de su entorno, dejando al azar dicho aprendizaje de vida.

    Gracias por compartir

  12. Es cierto, me siento identificada con lo que cuenta, siempre sufrí cuadros de depresión hasta llegar a la universidad y por falta de confianza nunca comenté nada. No me trataba bien el profesor de matemáticas en secundaria por no saber y en la Universidad no me sentía a gusto, aún guardo estos sentimientos, a veces vienen a mi mente. Si en realidad me hubieran enseñado esas habilidades otra sería mi historia, sabría enfrentar problemas.

  13. Es cierto, es un cambio la vida escolar y la mayoría de las veces no sabemos cómo manejarla para que no nos vuelva vulnerables y podamos manejarnos sanitos emocionalmente.

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