Una propuesta conciliadora

Ya no les tengo miedo. Al fin comprendí que sólo son una proyección de mi mundo interior. (Caricatura de Axel Piskulic)
Otro modestísimo dibujo hecho con mis nuevos marcadores

Cada tanto vuelve a aparecer en algún artículo de este blog, la idea de que todo lo que nos rodea y todo lo que nos sucede proviene de nuestro mundo interior.

De acuerdo a esta idea, no sólo somos ciento por ciento responsables de todas nuestras experiencias, sino que creamos también cada detalle de la realidad en la que vivimos, incluso de aquellos eventos o circunstancias que sólo conocemos a través de las noticias, aunque sucedan en una región muy lejana. La realidad sería equivalente a un sueño, donde todos y cada uno de los elementos que percibimos no son más que creaciones de la mente única o colectiva de la que formamos parte.

Así expresada, esta idea contradice nuestro sentido común y nuestras experiencias de cada día. Parece una tontería en la que no vale la pena reflexionar.

Entonces te propongo concentrarte un aspecto parcial de esta idea, en un concepto menos «delirante», más fácil de entender y de aceptar.

La proyección nuestra de cada día

Sigmund Freud acuñó el término proyección para describir un mecanismo psicológico muy simple que puede observarse en todas las personas: hay rasgos de nuestra personalidad (o también conflictos internos) que hemos reprimido, que ya no podemos ver en nosotros… pero que entonces comenzamos a ver de manera exagerada en otras personas (o en situaciones que suceden a nuestro alrededor).

Mucho antes de Freud, la proyección ya se conocía, aunque no se la llamara así:

Todo lo que te molesta de otros seres es sólo una proyección de lo que no has resuelto en ti mismo (Buda)

Y estoy seguro de que muchísimas personas comunes, pero que fueron lo suficientemente observadoras y objetivas, también consiguieron llegar por sí solas a la misma conclusión. En las cuestiones del espíritu todos estamos en igualdad de condiciones para hacer este tipo de descubrimientos.

Cuando alguien que interactúa con nosotros, o cuando algo que sucede a nuestro alrededor, nos hace enojar de una manera exagerada, es cosa segura que vemos «allí afuera» algo nuestro que no podemos ver en nuestro mundo interno.

Debemos sospechar especialmente de esas situaciones que cualquier persona consideraría irrelevantes, pero que a nosotros nos afectan tanto que no podemos dejarlas pasar.

La tarea para hoy, para cualquiera de nosotros que quiera aprender algo muy valioso acerca de sí mismo, es bien simple. Basta con concentrarnos en esos pequeños conflictos que vivimos cada día, en casa, en la calle o en el trabajo, y que tanto nos molestan. Allí descubriremos una pieza perdida del rompecabezas de nuestra realidad interior.

Axel Piskulic

PD: No vale plantearse casos hipotéticos del tipo: «¿Pero qué pasaría si un asesino serial terminara con la vida de todos mis amigos y seres queridos en una sola noche? ¿No estarían justificados en ese caso mi enojo y mi dolor?» Eso es hacer trampa porque se trata de una situación inventada, que no forma parte de nuestra realidad. Lo que estamos buscando son esos otros eventos, bien reales y concretos, que sí nos afectan todos los días.

Si te gustó este artículo, por favor...

No te vayas sin compartirlo

No te vayas sin dejar tu comentario

No te vayas sin suscribirte gratis por mail... Gracias!

Para suscribirte gratis y no perderte ningún artículo

35 comentarios en “Una propuesta conciliadora

  1. Voy a tener que reflexionar seriamente porque hay situaciones que me molestan en otras personas y no imaginé que serían problemas no resueltos en mí. Gracias Axel.

  2. Muchas Gracias 🌻

    Hace poco leí «El mundo lo vemos como somos, no como es». Y para mí es verdad.

    100% de acuerdo contigo, mientras más trabajo interno hago, más me conozco, y sé que estoy mejorando, y también sé que me falta, no es fácil, pero amándose cada día más a uno mismo se puede lograr… al quererme yo, desde el amor he podido ser más compasiva, tolerante y respetuosa con los demás; porque todo eso también me lo estoy dando yo. Mis espejos se están transformando, o mejor dicho yo me estoy transformando.

    Saludos

  3. Quisiera entenderlo, sobre todo por lo que me sucedió. Trabajé en una empresa durante 32 años, allí no sólo crecí en edad, también por dedicación, empeño, puntualidad y confianza crecí como empleada. Enseñé todo lo que sé a chicas que vinieron después y una de ellas a la que más ayudé al enseñarle y en muchos aspectos personales, económicamente y permitiendo también estudiar sus cursos de cocina en horarios de trabajo, mientras yo hacía por ella las tareas… fue precisamente la que se quejó de mí, elevó comentarios fuera de lugar e hizo trizas mi vida laboral. Me despidieron. Quiero entonces entender qué hay en ella que tengo yo, no me considero de esa raza, no soy envidiosa y mis logros fueron sin lastimar a nadie, no mordí jamás la mano que me extendieron.

    1. Tal vez ya cumpliste tu misión en esa empresa y tienes que empezar con un nuevo reto. Dale tiempo porque la vida te pondrá en una nueva situación con sus alegrías y discordias, en fin, con sus nuevas enseñanzas. Agradece a tu antigua empresa, compañeras e incluso a la que causó tu despido, las lecciones de vida que aprendiste de ellos. Cierra con agradecimiento a cada una de las personas que trataste y al lugar donde acudiste, porque dejando bien cerrado el ciclo anterior te será mucho más fácil empezar uno nuevo. Y sobre todo agradece a la Divinidad las nuevas oportunidades que te van a ser manifestadas.

      Te deseo lo mejor.

    2. Hola Fanny, lamento mucho que hayas pasado por esa experiencia tan injusta.

      Entiendo la situación. Más allá de los detalles, tu historia se parece a la de muchas personas que he conocido. Esta persona te trató muy mal, no fue justa ni agradecida. Esa suele ser la manera en que las personas con un bajo nivel de autoestima se tratan a sí mismas. No son justas consigo mismas, no se respetan, no se tratan bien. En estos casos es así como nuestro mundo interior se proyecta en lo que vemos afuera. Es la relación que tenemos con nosotros mismos lo que vemos repetirse cuando nos relacionamos con otros.

      Las personas que no se cuidan, que no se respetan y que no se tratan bien a sí mismas, con mucha frecuencia son maltratadas por los demás. Y además, las personas que no se tratan bien son muy sensibles frente a estos maltratos de los demás, les duelen realmente muchísimo, porque este trato desconsiderado coincide con su propia actitud hacia sí mismas (que no pueden ver, que es inconsciente, que está oculta o reprimida).

      Te mando un gran abrazo…!!!

      Axel Piskulic
      Consultas personales

    3. También considera que tú hiciste las cosas bien, si esa chica no supo valorar lo que le diste… no vale la pena que esté siquiera en tus pensamientos. No son personas de valor!!

  4. Axel buenas tardes, la teoría de que trata este interesante artículo la conozco.

    Pero no entiendo, soy una persona muy estricta, aseada, ordenada, responsable, y muy «asquienta» dirán algunos, pero el problema está en que permanentemente tengo conflictos con personas desordenadas, sucias, celosas.

    Ahora bien, no creo que deba cambiar mi naturaleza, y volverme desordenada, sucia, etc. para no tener conflicto con nadie.

    Es eso lo que debo modificar en mi vida, es así como debo cambiar mi espejo.

    Definitivamente no entiendo.

    Mil gracias por su respuesta y disculpe por no entender.

    1. Hola Dora, muchas gracias por la visita y por dejar tu mensaje!

      Está perfecto ser estricto, aseado, ordenado y responsable. No hay nada malo con eso, son virtudes que a todos nos conviene tener y desarrollar.

      Lo interesante sucede cuando nos volvemos exageradamente intolerantes con otras personas o situaciones respecto de estos rasgos. Ahí, si queremos, podemos reflexionar un poco acerca de lo que nos pasa.

      Por poner un ejemplo, podría suceder que en alguna etapa de mi educación esas virtudes me fueran impuestas sin que yo realmente acompañara ese proceso voluntariamente. Tal vez fui forzado a comportarme de esa manera cuando todavía era un niño y aún no comprendía las ventajas que eso me reportaría. Y dentro de mí todavía llevo a ese niño herido y rebelde, aunque no le permito manifestarse libremente. Entonces, cuando el adulto que ahora soy ve «afuera» algún grado de desorden o de indisciplina… algo inesperado sucede en mi interior, que se manifiesta como enojo e intolerancia.

      En cambio, si fui yo el que desarrolló esas virtudes, de manera natural y sin que me fueran impuestas por la fuerza, a la par que iba creciendo y madurando en todos los otros aspectos de mi personalidad, entonces no debería molestarme demasiado que otras personas prefieran vivir en el desorden. Incluso tal vez decidiera relacionarme al mínimo con personas así, pero sin que mediaran conflictos demasiado intensos. Podría tomar distancia y aceptar a los demás sin llegar a enojarme.

      Si somos observadores imparciales de lo que nos rodea, veremos que hay personas más equilibradas y tolerantes, que saben expresar sus puntos de vista y hasta ponerse firmes para defenderlos… pero que rara vez se enojan o pierden la tranquilidad y el buen humor. Esas personas nos muestran que nuestras actitudes a veces ocultan algo, algo reprimido, algo que nos conviene descubrir.

      Y como siempre, si nos sentimos perdidos y no sabemos por dónde comenzar, siempre podemos repetir mentalmente alguna sencilla oración, pidiendo claridad para comprender lo que nos pasa y para poder superarlo.

      Te mando un gran abrazo…!!!

      Axel Piskulic
      Consultas personales

  5. Parece tonto, pero aunque entiendo el concepto también me cuesta entender cómo las cosas que me molestan son algo con lo que yo no he lidiado.

    Me gustaría entender y poder aplicarlo mejor para crecer.

  6. Hola Axel. Cuán real, este artículo nos permite determinar que debemos sanar en nuestro interior… Gracias Gracias Gracias Axel por ayudarme en todos los cambios en mi nueva Vida.

    Bendiciones

  7. Hola Axel, gracias por el artículo y la reflexión. Tengo una tarea por delante, sí, hay cosas que no me gustan de otras personas, ahora es el momento de hacer esa lista y analizar con mi niña interior el porqué de esa situación.

    Saludos.

  8. Nosotros construimos la realidad que nos circunda, lo bueno o lo malo, depende de nuestras acciones, de cómo tratamos a nuestro entorno, lo he comprobado. Gracias, Axel, mucho te debo gracias a tus oportunos artículos!!!

  9. Gracias Axel, por mostrarnos de forma tan sencilla aspectos tan relevantes y necesarios para aprender a construir nuestro presente y así enfocar nuestro futuro, dejando lastres tan pesados como inconscientes.

    Un abrazo.

  10. Hola Axel, tengo siete hijos y cinco nietos… el reflejo de mi pasado lo veo en mis hijos, y aunque ellos todavía no lo ven en sus pequeños hijos, sé que pronto lo verán. Hace ya tiempo que dejé de protestar por los «imprevistos» que me importunaban, ya que veo reflejada mi vida y sus consecuencias, por lo que ahora procuro aprender para mejorarme.

    Abrazos estimado Axel

  11. Hola Axel, gracias por el artículo que me ha hecho preguntarme si todo aquello que me agrada y me hace sentir bien… ¿es también un reflejo de mi interior o… es gracias al universo?

  12. Hola Axel buenos días: Gracias por esta reflexión, precisamente a mí me pasa con mi hija, me molestan muchas acciones de ella y me he preguntado por qué y he llegado a la conclusión que estoy pidiendo a gritos que me atienda, cuando cada uno debe tener el 100% de responsabilidad de cada uno. Gracias gracias gracias infinitas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *