Los pensamientos son como las nubes, vienen y van, y tú eres el cielo. No has de hacer nada. Si simplemente observas, sin juzgar, criticar o comentar, obtienes el control.
Osho
Hace un tiempo creía que «la clave» era sentirse bien, pase lo que pase alrededor. Hoy la expresaría de una manera diferente: el secreto es sentirse bien, pase lo que pase por nuestra cabeza.
Es que los que empañaron a lo largo de tanto tiempo lo que podría haber sido mi plena felicidad no fueron en realidad los problemas o los conflictos, sino sólo mis propios pensamientos. Pensaba y me repetía una y otra vez que las cosas estaban mal, que debían ser de otra manera, y me preocupaba imaginando que aún podrían empeorar. Pero viéndolo objetivamente, nunca tuve problemas demasiado serios.
La novedad no fue descubrir que soy una persona especialmente pesimista o depresiva (no lo soy!). El verdadero descubrimiento fue que el pensamiento es esencialmente crítico. Bueno, fue un descubrimiento para mí…
Si no podemos ni dejar de pensar ni cambiar la naturaleza crítica de nuestros pensamientos, creo entonces que el desafío es dejar de tomar en serio lo que pensamos, como a veces podemos hacer con las malas noticias que difunden los medios, porque sabemos que son sólo un recorte arbitrario de la realidad.
Son únicamente tus pensamientos los que te causan dolor.
Un Curso de Milagros, Lección 190
Y si el tema es «los pensamientos», los siguientes videos parecen muy apropiados ya que sus títulos podrían traducirse como «Pensando en ti» y «El tren de los pensamientos». Pero ambos tratan, en realidad, acerca del amor y de encuentros y desencuentros. Uno de ellos tiene un final inesperado y desconcertante. Cada vez que lo veo lamento un poco que no tenga ese «final feliz» que yo hubiera preferido. Pero esto es así simplemente porque en vez de disfrutar de lo que hay (que es mucho y que es muy bueno) mis locos pensamientos insisten, como parece que lo harán siempre, en tratar de hacerme creer que las cosas deberían ser de otra manera…
Axel Piskulic