Perdón y autoestima

Cada vez que nos enojamos con alguien, cada vez que nos sentimos víctimas de una ofensa o agresión, «sabemos» que fuimos tratados de una manera injusta o desconsiderada, que no hemos recibido el trato que nos merecemos. Ese maltrato nos provoca una «razonable» sensación de enojo o disgusto, y en ese punto frecuentemente reclamamos (o al menos nos sentimos con derecho a recibir) algún tipo de reparación de parte del agresor, o aunque más no sea una disculpa, es decir, el reconocimiento de que efectivamente fuimos maltratados.

Ilustración de un hombre y una mujer distanciados, en mundos diferentes (Título: Together, Autor: Pete Revonkorpi)
Las ilustraciones son de Pete Revonkorpi

Muchas veces comentamos estos incidentes con nuestros amigos. Se los contamos, lógicamente, tal como los hemos percibido, es decir, mostrándoles con claridad lo injustos que han sido con nosotros. Ellos, naturalmente, suelen darnos la razón porque todos compartimos la misma manera de interpretar estas situaciones.

Hoy quisiera proponerte una interpretación diferente acerca de qué es realmente una ofensa, cuál es el verdadero significado del enojo que nos provoca y, finalmente, qué es el perdón y cómo se puede alcanzar.

Ante todo, te invito a recordar situaciones que te han causado dolor y en las que te resulta difícil perdonar, pero que objetivamente no hayan sido muy graves, que no hayan provocado «daños irreparables». Te pido esto sólo para facilitar la exposición y la aceptación de estas ideas; luego, revisando situaciones «más serias», podrás comprobar si realmente son de validez universal.

Veamos: algunas veces nos resulta muy sencillo perdonar, incluso en circunstancias en las que sabemos que otras personas no pueden hacerlo. Y otras veces somos nosotros los que no perdonamos ni aun intentándolo sinceramente. Esto nos permite concluir que para que haya verdadero enojo no basta con que la situación que lo provoca tenga determinadas características; es necesario además que el que la percibe tenga «algo», «algo» que lo hace reaccionar con enojo. Más aun, quienes no tienen ese «algo», pueden presenciar o verse envueltos en situaciones que nos enojan, pero sin sentirse afectados en absoluto.

Bien. Pero entonces…

¿Qué es ese misterioso «algo» que previamente debemos tener en nosotros para que una determinada situación o persona nos resulte tan irritante como para hacernos enojar?

Tal vez ya conozcas la respuesta a esta pregunta. Probablemente ya la hayas escuchado alguna vez. Pero no es frecuente que la gente la acepte y que saque provecho de ese conocimiento en su vida cotidiana. Entre otras cosas porque contradice el «sentido común», y también porque niega la legitimidad de algunas de nuestras emociones más arraigadas, de las que habitualmente no desconfiamos.

Ilustración de un hombre y una mujer separándose (Título: Once Upon an Autumn Night, Autor: Pete Revonkorpi)

Lo que nos enoja de cierta actitud de alguien o lo que nos molesta de una determinada situación que nos toca enfrentar, es que nos muestran, tal como si fueran un espejo, un rasgo o un conflicto que en realidad es nuestro, que forma parte de nuestro mundo interior.

La situación o la persona que nos enojan, recrean frente a nosotros una característica propia, de nuestra personalidad. Pero no una característica cualquiera, sino una con la que no estamos conformes, que nos resulta especialmente desagradable y a la que combatimos en nosotros mismos. Este proceso por el cual vemos «afuera» rasgos o conflictos que llevamos «adentro» se conoce como proyección, pero no es precisamente algo nuevo.

La novedad es que podemos sacar provecho de estas situaciones o personas que tanto nos afectan, porque nos permiten descubrir aquellas características nuestras que nos disgustan profundamente o aquellas actitudes injustas o desconsideradas que tenemos hacia nosotros mismos y que tanto dolor nos provocan.

Siempre, sin excepciones, lo que nos disgusta ver «afuera» tiene su equivalente en nuestro mundo interno, donde no podemos verlo fácilmente. Y si odiamos eso que vemos afuera, también odiamos a esa parte nuestra a la que tanto se parece.

Y para reconciliarnos con nosotros mismos, para aceptarnos, para querernos, para aumentar nuestro nivel de autoestima, es necesario que conozcamos estas características que consideramos negativas, que entendamos que corresponden a un cierto estado de evolución o de aprendizaje en el que nos encontramos en este momento, que las aceptemos con tolerancia y comprensión, y que nos amemos profundamente aun teniéndolas, de la misma manera en que nos resulta muy fácil amar a un niño aunque, lógicamente, también él tenga que completar su evolución y aunque todavía le queden muchas cosas por aprender.

Comprendido este proceso, identificado el verdadero origen de nuestro enojo, ya no resulta posible sostenerlo por mucho tiempo. Tenemos por delante, entonces, un nuevo desafío, mucho más estimulante que el de combatir (sin posibilidad de éxito) contra la realidad, y mucho más agradable que el de tratar de obligar a los demás a que se ajusten a nuestras exigencias. Es el desafío de amarnos, de amarnos incondicionalmente.

Y perdonar, entonces, es muy fácil. Es la lógica consecuencia de comprender que nunca existió la ofensa que habíamos percibido. Que el dolor experimentado era real, sí, pero que la herida nos la habíamos infringido nosotros mismos, mucho tiempo atrás.

Cómo perdonar

Un escenario muy frecuente: Las personas que una y otra vez quedan atrapadas en situaciones en las que son tratadas de manera desconsiderada (o humilladas, traicionadas, ignoradas, etc.) es muy probable que así se traten a sí mismas cada día. Las situaciones externas recrean esos dolorosos conflictos internos que normalmente no podemos descubrir en nosotros.

Muchas veces conseguimos perdonar cuando la ofensa queda ya muy atrás en el pasado o nos alejamos definitivamente de la persona que sentimos que nos ofendió. Pero este no es el verdadero perdón sino que tiene más que ver con olvidar, y el hecho de que todo el proceso normalmente lleve mucho tiempo parece confirmarlo.

El verdadero perdón es algo completamente diferente y sólo es posible si somos capaces de «despertar», de liberarnos de viejas creencias equivocadas, de pasar a un nivel superior de consciencia.

Ilustración de una mujer a punto de iniciar una nueva etapa (Título: Going to Sleep, Autor: Pete Revonkorpi)

Por ejemplo: Si alguien tiene una deuda con nosotros y decide no devolvernos lo que nos debe, tal vez eso nos haga enojar. Pero si aprendiéramos a atraer a nuestras vidas un nuevo nivel de abundancia en lo material (como muchas personas han logrado), si realmente ya no tuviéramos ninguna preocupación por lo económico, es probable que la misma pequeña deuda ya no nos importe demasiado.

Del mismo modo:

Si conseguimos pasar a un nivel superior de fortaleza emocional, si podemos desarrollar un mayor nivel de autoestima, entonces lo que hoy tanto nos molesta de la conducta de los demás simplemente dejará de preocuparnos. E incluso lo más probable es que los demás perciban nuestra nueva posición y comiencen a tratarnos con más respeto y consideración.

Una buena idea cuando tenemos conflictos y dificultades para perdonar es volver nuestra atención hacia nuestro mundo interno y comprometernos firmemente a aceptarnos, a querernos y a cuidarnos, es decir, a desarrollar un mayor nivel de autoestima… Porque si nos sentimos a gusto tal como somos, si tenemos una relación saludable con nosotros mismos, si somos capaces de vernos amorosamente en cualquier circunstancia, es decir, si nos queremos sin condiciones, entonces, ejerciendo nuestra milagrosa facultad de crear la propia realidad, haremos que nuestra vida refleje la paz, la armonía y el bienestar que desarrollamos primero en nuestro mundo interior.

Axel Piskulic

Descargar este artículo para poder imprimirlo o enviarlo por e-mail

Si te gustó este artículo, por favor...

No te vayas sin compartirlo

No te vayas sin dejar tu comentario

No te vayas sin suscribirte gratis por mail... Gracias!

Para suscribirte gratis y no perderte ningún artículo

392 comentarios en “Perdón y autoestima

  1. Hola Axel, me gusta tu página y te agradezco tus artículos. Estoy en un periodo de vida que no sé como definir, quizás me encuentre demasiado sola para seguir mi camino y estoy agotada. Intento amarme a mí misma todos los días y reconozco que me es muy difícil, pero no obstante lo sigo intentando. Leo tus artículos, veo los videos, oigo a Bebe…, y en ese momento me siento bien, pero cuando vuelvo a mi vida, me sigo sintiendo mal. Sé que de esto aprenderé mucho, pero el problema es esta falta de energía que no me deja funcionar. ¡Se que esto pasará, que ésto es lo siguiente que me toca vivir, que la vida me está diciendo algo!,….., pero ¿qué? Un abrazo y gracias.

  2. Axel, varios temas me han gustado pero este me llamó la atención, porque para mí es difícil aceptarme, quererme y cuidarme, estoy en ese proceso, para mí lo primordial es saber perdonar y olvidar claro esta, para poderme aceptar, quererme y cuidarme. Dios nos da a cada uno nuestros talentos y a usted le dio uno muy grande… ayudar al prójimo con todos estos temas. FELICIDADES Y GRACIAS POR AYUDARNOS.

  3. Inicialmente al encontrar esta página; descubrí inmensidad cosas al cambiar el «lente» para ver la vida… decidí por eso compartirlo con personas que consideré podían darle real importancia a este sitio que muestra la Filantropía que caracteriza al autor, por el simple hecho de preocuparse por esos «días grises» que tenemos todos los seres humanos… DIOS TE BENDIGA Y TE GUARDE,

    ABRAZOS

  4. Hola, muy buen día a todos los que visitan y escriben en esta página. Se me borró un primer mensaje o comentario que estaba casi por terminar… resumo… Creo que el hallazgo de esta página ha sido para mí un verdadero y gran regalo este 14 de feb. El leer cada línea me hace sentir una gran paz y tranquilidad. Y el reflexionar de una manera sencilla, comprensible, pareciera que tengo frente a mi un gran amigo, terapeuta o consejero… Mil gracias Axel… siento en tus palabras a un ser maravilloso, comprometido con los demás, que ama y sirve a los demás… felicidades y que Dios te bendiga para que podamos seguir recibiendo más de ti… Un abrazo.

  5. Acabo de conocer tu blog y leyendo la sección acerca de ti, me doy cuenta que tanto en común tenemos los seres humanos cuando no hemos evolucionado integralmente (cuerpo, mente, espíritu), me he sentido sola en esta loca trayectoria de la vida, psicoanalizándome a mí misma para tratar de entender «el por qué» de tantas cosas, buscando siempre respuestas o puertas que me ayuden a encontrarme a mí misma, pero sobre todo a aceptarme y quererme, y encontrar mi camino con corazón… sabes, mi papá me dio los libros de Castaneda hace mucho, y aunque no lo he releído tantas veces, me han marcado… te agradezco que compartas tu experiencia de vida, y que permitas a mucha gente como yo, sentirnos aliviados, acompañados en nuestros propios caminos… gracias.

  6. Gracias Axel, por tu maravilloso comentario, me ha sorprendido mucho positivamente, también te respondí en mi blog, un gran abrazo desde Gran Canaria, tú también eres una persona muy guapa aunque no se vea ninguna foto tuya por aquí lo que se lleva dentro se muestra siempre por fuera…

    Saludos! Alicia, y gracias de nuevo!

  7. Hola Axel, sólo quiero darte las felicidades por tu blog, es enriquecedor y bello, aunque suene extraño, reboza belleza, me siento conectada, y lo visito con mucha frecuencia, creo que está realizado con mucho cariño, y seguramente está contribuyendo a la construcción de otra realidad, gracias por estar aquí, también te invito a visitar mi blog, para mi sería un honor tu visita, y como no, que me dejarás algún comentario sobre lo que quieras, para mi sería de gran valor, sin nada más que añadir me despido esperando poder estar en contacto…

    Gracias, Alicia.

    Respuesta de Axel para Alicia:

    Muchas gracias por la visita y por tu mensaje…

    Visité tu blog y dejé allí mi comentario. Felicitaciones por tu trabajo!

    Axel

  8. Hola Axel,

    Siempre había oído «perdónate para poder perdonar a otros… o perdónate a ti mismo… pero hasta ahora no sabía cómo hacerlo porque me faltaba este concepto de «proyeccion» buenísimo, genial y fácil de entender, es lo que hace falta en estos momentos de caos, miedos. GRACIAS. Me tomo la libertad de reenviarlo a amigos para aportar mi granito de arena y así cada cual pueda ir evolucionando a su ritmo.

    Otra vez más GRACIAS…

  9. Hola Axel, muy bueno!! tu articulo, me permites copiarlo y compartirlo en mi grupo… con tu respectivo crédito.

    Saludos!!!

    Respuesta de Axel para Nahima:

    Adelante! Gracias por ayudar a difundir estas ideas…

    Te mando un gran abrazo!!!

    Axel

  10. Muchísimas gracias!!!… Es difícil de explicar lo bien que me siento, y como cambian, aunque sea por un rato, mis perspectivas sobre las cosas y las situaciones. Esta página me ha servido de mucha ayuda y, Axel, tus palabras siempre son sumamente acertadas. Gracias y espero poder seguir con este camino, de aceptarme y quererme tal cual soy. Todos mis cariños y saludos…

  11. ME DEVOLVISTE LA VIDA… hace tanto tiempo que llevo con esto en mi pecho en mi mente en mi alma, este vacío que sentía que no me dejaba en paz… He leído algunos textos tuyos y la verdad es que WOW no tengo palabras para describir lo bien que me siento ahora, me hiciste ver que yo he sido muy injusto conmigo y que no me he amado. GRACIAS GRACIAS MIL GRACIAS nunca me había sentido tan bien conmigo mismo, siempre te lo agradeceré, sigue así… sigue mejorando y DEVOLVIÉNDOLE el aliento a quienes lo necesitan… 🙂 Un abrazoteeeeee grax

  12. Estoy muy a gusto con todo lo que estoy aprendiendo, estoy muy interesado por seguir aprendiendo, creo que esto lo estaba necesitando para ponerlo en práctica, mil gracias por compartirnos tanta sabiduría…

    Megabendiciones

  13. Hola Axel, esta página no la cambio por nada, me estoy conociendo, como ya te había mencionado en otro correo. Sabes, hoy con esto del perdón estoy reflexionando acciones propias que duelen y que no queremos ver, pero yo digo entre mí, porqué mi enojo, de donde viene, porqué siento tanto coraje, algunas actitudes de mi pareja… y pasan unos días y sale otra, y digo «no cambia», pero sigo trabajando en esto, muchas muchas gracias…

  14. Hola Axel!! Muchas gracias por compartir un mensaje tan hermoso. Hace mucho tiempo que venía sintiéndome muy mal. A pesar de haber logrado muchas cosas en la vida y teniendo 23 años no encontraba el por qué de ataques repentinos de ansiedad, miedos, tristeza muy profunda y es el día de hoy que leí este mensaje tuyo y me di cuenta de que perdonarme a mí misma es todo lo que necesitaba. Caían mis lágrimas cuando lo leía y pude volver a sentir después de mucho tiempo que realmente vuelvo a estar amigada conmigo misma y lo más lindo es que ahora soy consciente de que ese era el único y mayor problema que tenía.

    Gracias! Que Dios te bendiga 🙂

  15. Me encantó encontrar esta página, sin embargo me falta algo de manera muy intima para sentir todas estas verdades muy mías. Cómo se logra lo anterior, eso es fe o tranquilidad, no lo sé. Bendiciones universales para quienes tuvieron el corazón puro de crear esta magnífica página.

  16. Hola, es realmente gratificante encontrar un sitio con tanto carisma, y amor. Yo verdaderamente sentí la energía y vibración positiva de los que participan en su página. Es un goce leerlos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *