¿Poner la otra mejilla?

El precepto cristiano que nos dice que frente a una ofensa debemos «poner la otra mejilla», propuesto por Jesús en El Sermón de la Montaña, parece contradecir el sentido común.

Imagen de la serie de televisión Kung Fu

Cuando yo era chico (¡hace unos cuantos años!) había una serie de televisión de mucho éxito: Kung Fu. Su protagonista, el inolvidable Kwai Chang Caine, se pasaba los primeros 55 minutos de cada capítulo «poniendo la otra mejilla», siempre en situaciones en las que era discriminado, maltratado o perseguido. Sin embargo, la mejor parte era el final: esos últimos 5 minutos en los que las circunstancias se volvían tan dramáticas que ya no tenía más opciones que utilizar, ¡por fin!, su completo dominio del Kung Fu, y entonces era realmente implacable…

Si bien cada capítulo de la serie despertaba nuestra sincera admiración ante la indiscutible sabiduría y el ilimitado autocontrol de este monje oriental, finalmente calmaba también nuestra «necesidad de justicia» sin lo cual, honestamente, no habría tenido éxito.

Pareciera que responder a una agresión «poniendo la otra mejilla» es algo así como un ideal muy difícil de alcanzar, que sería lo correcto pero también que, en la práctica, sólo puede aplicarse excepcionalmente.

Bien, te propongo la siguiente idea como punto de partida para una nueva interpretación de este precepto.

Todos hemos observado a los niños cuando quedan atrapados en un conflicto, por ejemplo cuando se pelean por un juguete. No tienen aún la madurez necesaria para superar fácilmente ese tipo de situaciones.

De poco les sirve en esas circunstancias que se les explique de una manera muy razonable que compartir sus juguetes no significa perderlos, que quienes son generosos suelen a su vez ser tratados con generosidad o que en ese mismo momento tienen a su disposición otros juguetes tan interesantes como el del conflicto. Más aún: el adulto sabe todavía algo más, algo que no puede transmitirle al niño, algo que el niño sólo comprenderá, a su vez, cuando sea mayor: que los juguetes realmente no son tan importantes…

Si por un momento se le concediera a uno de estos niños la madurez que todavía no alcanzó, no sólo le cedería el juguete a su compañero sino que estaría dispuesto a entregarle también otros juguetes sin experimentar esto como una pérdida, es decir, no tendría ningún inconveniente en «poner la otra mejilla».

Foto de una niña riendo

Seguramente nosotros, salvando las distancias, somos como estos niños, y todavía no podemos observar los conflictos en los que nos vemos envueltos desde una perspectiva desde la cual se aprecie que lo que tanto nos preocupa no es realmente importante.

Y esta idea puede extenderse aún a las situaciones que nos resultan más dolorosas y dramáticas. Porque nuestra verdadera naturaleza es espiritual, porque somos inmortales, perfectas creaciones de un Universo amoroso, porque estamos aquí simplemente para aprender y no tenemos nada que temer…

Axel Piskulic

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33 comentarios en “¿Poner la otra mejilla?

  1. PONER LA OTRA MEJILLA

    Es imposible entenderlo utilizando la mente. Sólo es posible entenderlo si lo vives.

    Si quieres entender lo que decía Jesús, hazlo una vez. Pruébalo en ti mismo. Pon la otra mejilla una sola vez. Hazlo con amor y entonces realmente lo entenderás.

    Entenderás que es la única forma segura de resolver un conflicto de una vez por todas y para siempre.

    Daniel

  2. Hola! 🙂 Leí rapidito la entrada pero creo que la entendí bastante bien… y en cuanto a los mensajes tb los leí. Cualquier error que pueda exponer aquí háganme saber…

    Me gustaría compartir mi opinión respecto al «arte» de poner la otra mejilla. Yo entiendo esa frase desde la perspectiva budista, en que uno siempre debe responder con amor a cualquier agresión que uno reciba, como la mejor forma de hacer justicia, en el sentido que los conflictos y los ataques por lo general son temporales o en última instancia poco importantes dentro del verdadero objetivo de un budista, que es aprender a amar a todos los seres, independientemente de quiénes sean o cuales sean sus acciones.

    No sé si me explico… A lo que voy es que *uno mismo* no debe caer en lo mismo, ni hacer daño o responder con daño, aunque eso no provoque un cambio en el agresor. Sencillamente porque uno dentro de su moral debe saber que agredir a otros, porque eso sólo provocará más odio.

    Eso 🙂 Hermoso blog, mis felicitaciones y todas mis bendiciones en tu camino hacia la felicidad.

  3. «Pon la otra mejilla»

    Significa: No respondas a la violencia con violencia. A la opresión con opresión. Construye una solución distinta que haga valer tu posición, sin validar la cultura de la violencia que impera en nuestras sociedades. En esto el maestro de la No Violencia ha sido Gandhi, «El alma grande».

    Es difícil entenderlo porque la violencia está sembrada en nuestras almas como una forma de lucha, pero hay otros caminos.

    Dios nos bendiga y nos ilumine siempre.

  4. Poner la otra mejilla en sentido alguno significa dejar que otros abusen de nosotros. Es una de las parábolas más difíciles y sutiles que plantea Jesús.

    La dificultad al entender esta parábola nace del patrón de violencia arraigado en la mentalidad humana. Este «patrón» establece que «en situaciones de violencia tenemos un legítimo derecho a responder con violencia». De esta forma la violencia como respuesta es una forma de lucha, cuando en realidad no es más que la lógica de la violencia estableciéndose victoriosa en las relaciones sociales de la humanidad. Desde esa lógica, NO HAY SOLUCIÓN A LA VIOLENCIA EN NUESTRAS SOCIEDADES. ES LA LÓGICA DE LA GUERRA Y LA DESTRUCCIÓN.

    Recuerdo haber leído una frase que dice: «Una pelea se inicia NO con el primer golpe, sino, con la respuesta»
    Jesús nos plantea algo superior, Jesús nos dice: Pon la otra mejilla, voltea tu cara, no alimentes la violencia con violencia.

  5. Bueno, yo no comparto en poner la otra mejilla, sí comparto en perdonar y dejar el problema al lado, y de verdad que yo no tengo espíritu de mártir, yo no creo en eso ya que uno debe de ser manso mas no menso y sabes que ese día no nací yo, y yo soy cristiana pero no puedo permitir que me abusen.

  6. Esta idea de poner la otra mejilla es un «chollo» ya que cada uno la ha interpretado como quiere.

    Pero por favor ¿no ven que es una idea contradictoria, que nos crea culpabilidad cuando tratamos de llevarla a cabo y que va en contra de todo el derecho natural a defendernos?

    Porque no han hablado claro desde el principio y han dicho que la frasecita en sí se refiere a perdonar cuando nos salga del corazón (ya que de otra forma es forzado el perdón) pero sin renunciar a la auto-defensa…? Lo demás es marear la perdiz, dar rodeos y volver loca a la gente creándole complejo de culpabilidad…

  7. Hola a todos… para mí, «poner la otra mejilla» significa: si la miseria, la enfermedad, el dolor, etc., te golpea la mejilla, «pon la otra» es: TIENES EL PODER DE CAMBIAR LO QUE NO DESEAS; TODOS SOMOS HECHOS A IMAGEN DE LA FUENTE SUPREMA, Y LO QUE ÉL PUEDE, TIENE Y HACE, TODOS PODEMOS HACERLO… estar en la pobreza, enfermos, sufriendo, es erróneo porque la fuente de vida es abundancia infinita… Les recomiendo el libro: «Un feliz bolsillo lleno de dinero».

  8. Mil gracias Axel por tus sabias palabras… ¡que no son tuyas!!!
    El Universo, la Energía. el Todo, Dios… o como cada cuál lo llame, se manifiesta una y otra vez a través de la manifestación que somos cada uno de nosotros…

    Namaste, hermano.

    Ana

  9. Desde q tuve acceso a tu página he recibido las enseñanzas q he necesitado en esos precisos momentos, eres de gran bendición. Te felicito sinceramente y me alegra q compartamos pensamientos semejantes. Tus videos son muy ilustrativos y divertidos, para mí es una buena manera de aprender. Le doy gracias a Dios por tu vida y q continues con tu hermosa labor. Bye!

  10. Me muero por saber de dónde es tu apellido, Axel…

    Cristina

    Respuesta de Axel:

    Hola! Muchas gracias por la visita y por contactarte… Mi apellido es de origen Croata. Mi abuelo paterno vino de Europa alrededor del año 1910…

    Te mando un gran abrazo…!!!

    Axel

  11. Qué hermoso relato y qué decirte si venimos a aprender y es increible lo hermosa y distinta que se puede llegar a ver la vida con la simple accion de poner la otra mejilla.

    ME ENCANTÓ AXEL!!!

  12. Hola Axel

    Estoy fascinada con este blog, también estoy en mi proceso de recorrer este camino hermoso de crecimiento, amarse a uno mismo sería sencillo si tan solo lo creyéramos, pero nuestro pensamiento negativo de que «no puede ser» esta siempre presente, a cada uno nos llega nuestro momento de empezar a cambiar para crecer y trascender.

    Te mando un cariñoso abrazo desde México.

    Respuesta para Rosa María:

    Hola!

    Muchas gracias por la visita y por tu mensaje… Y gracias también por acompañarme en este camino de crecimiento (y por recordarme que es hermoso…!!!).

    Te mando un gran abrazo…!!!

    Axel

  13. Hola Axel:

    Pues primero quiere felicitarte por este sitio tan especial, yo creo que siempre es importante este tipo de sitios donde te recuerden que el amor es lo más importante en esta vida.

    Sobre el tema que tocas aquí, a mí en lo personal se me hace de lo más sabio que dejó Jesús. Creo que una de las personas que ha llevado a cabo esto de poner la otra mejilla es Mahatma Gandhi.

    Pienso que es la mejor manera para que no exista la violencia y reine la armonía.

    La recompensa que tenemos y más valiosa de todas es la paz, que contiene al amor, claro no digo para nada que sea fácil, pero sí la mejor manera para resolver un conflicto.

    Gracias por permitirme expresarme, gracias por compartir estos artículos con nosotros.

    Respuesta de Axel:

    Muchas gracias por la visita y por compartir tu reflexión…!!!

  14. Respuesta para Marcela y Katherine:

    Gracias por la visita y por los mensajes…

    No pienso que poner la otra mejilla tenga como consecuencia una recompensa futura. No es así, o por lo menos no es tan simple..

    Tampoco sé cómo es el proceso por el que uno finalmente crece o madura. Trato, lo mejor que puedo, de recorrer ese camino. Estoy de acuerdo con que los conflictos son oportunidades para aprender, que aprendemos de los errores, que la ira, la rabia y el dolor se pueden cambiar por amor, que el esfuerzo y la fe son claves… Pero no puedo mostrar cómo es ese proceso porque lo estoy atravesando, porque todavía estoy aprendiendo esta lección.

    Lo que yo quería destacar es que las ofensas no tienen una existencia real. Me refiero a todas las ofensas, pero es más fácil analizar primero las ofensas «de todos los días», que pueden llegar a ser «terribles» pero sólo si las vemos «terribles». Cuando uno realmente maduró y mira su pasado (o mira los conflictos de los niños o de los adolescentes), puede sonreírse de lo mucho que le costaba superar ciertos conflictos en los que ya no cae más. A esos niños que pelean por un juguete nosotros les pediríamos que cedan ese juguete y, si es necesario, algunos más, que nada justifica ese enojo o ese llanto, que están dadas las condiciones para que experimenten una felicidad plena que, lógicamente, no puede estar condicionada a un simple juguete.

    Tal vez ese sea el sentido de las «enigmáticas» palabras de Jesús que, enredados en nuestros conflictos, nos pueden parecer algo así como una «invitación al masoquismo»:

    Del Evangelio según San Mateo:

    5:38 Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
    5:39 Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
    5:40 Al que quiere quitarte la túnica, déjale también el manto;
    5:41 y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.

    Les mando un gran abrazo…!!!

    Axel

  15. La verdad creo que eso de poner la otra mejilla no es algo tan simple y tan hermoso como después tener recompensa. Al final un ser humano en aprendizaje, siempre esta en conflicto con uno mismo. Me refiero a que generalmente yo (hablo por mi) vivo peleando conmigo misma tratando de poner la otra mejilla, sin rabia, rencor ni odio. Finalmente no siempre hago lo que «se debería». Uno tiene impulsos, porque en este camino de crecimiento el sufrimiento que nos puede provocar otra gente a propósito, es muy difícil no sentir rabia o rencor. A mi se me olvida rápido lo que otros me hacen, pero no puedo negar que cuandol a herida está recién abierta, odio, lloro, me da rabia. Pero al paso del tiempo descubro que la herida se cerró y que ya no siento nada por la persona que la causó… En el fondo quiero decir que es tan válido sentir un poco de rabia y aprender de ella, no quedarse pegado en eso… Pero Dios padre sabe que estamos en camino de aprender y que debemos cometer errores… No se trata de poner simplemente la otra mejilla, se trata de cambiar la ira, la rabia, el dolor por amor… Eso sólo con esfuerzo y fe se puede lograr.
    Saludos Y gracias por poner este tema…
    Bendiciones

  16. Estoy muy feliz con lo que esta haciendo Axel en este sitio. Es un reflejo de lo que él emana cuando uno lo conoce personalmente. Un ser de luz, transparente, puro. Agradezco el haberlo conocido, y haber sido también parte de su crecimiento, y él del mio.

    GRACIAS AXEL !!!!!

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