Peter Capusotto es el presentador en un programa de TV que se emite en Argentina y que llega a algunos países de la región. Se trata de un programa cómico en el que se muestran videos musicales y reportajes de cantantes y bandas que en realidad nunca existieron. Propone un humor delirante y exagerado, y su galería de personajes, interpretados por el mismo Capusotto, incluye a Beto Quantró, el protagonista de este video, que desde hace años trata de grabar sin éxito el videoclip de su único «hit», la canción «Algo está por pasar».
A esta altura Beto Quantró ya sufrió una infinidad de accidentes, siempre en el preciso momento en el que proclama que «Algo está por pasar, algo está por venir», y aún para el que nunca vio el programa de TV es fácil imaginar que todos los demás accidentes son igual de insólitos.
Pero esta imposible sucesión de desenlaces desafortunados, que resulta cómica de tan exagerada, me hace pensar en aquellas personas que también padecen sucesivas frustraciones, por ejemplo en sus relaciones de pareja, en lo relativo al dinero o en cualquier otra área. Estos reiterados fracasos a veces parecen tan inexplicables como los accidentes del video, porque los padecen personas normales, que se desenvuelven satisfactoriamente en los demás aspectos sus vida.
La Ley de Atracción propone una explicación que aclara las causas de estos fracasos que parecen desafiar al sentido común, a la lógica, y hasta a la ley de probabilidades.
En todo momento estamos atrayendo a nuestras vidas el tipo de situaciones que refuerzan nuestros pensamientos más frecuentes, nuestras emociones y nuestras creencias, aunque éstas sean inconscientes.
Asumiendo que tenemos este infinito poder creador, si no estamos conformes con quiénes somos, si tenemos una opinión desfavorable acerca de nosotros mismos o si nos criticamos permanentemente, es decir, si nos tratamos sin amor, esa acumulación de juicios negativos nos conducirá inevitablemente a experimentar culpa. En el sistema de creencias del ego, a la culpa le corresponde un castigo; y para que nuestra vida se ajuste a esa percepción equivocada que tenemos de nosotros, modificaremos nuestra realidad (de manera inconsciente) para recibir efectivamente ese castigo, el que nos llegará en la forma de conflictos, fracasos o enfermedades.
Pero si nos sentimos a gusto tal como somos, si tenemos una relación saludable con nosotros mismos, si somos capaces de vernos amorosamente en cualquier circunstancia, es decir, si nos queremos sin condiciones, entonces nos sentiremos naturalmente merecedores de todo lo bueno, de cualquier cosa que anhelemos. Y ejerciendo nuestra milagrosa facultad de crear, haremos que nuestra vida refleje la plenitud, el bienestar y el amor que desarrollamos primero en nuestro mundo interior.
Por último, un video del conjunto «Les Lutiers», interpretando la zamba «Añoralgias», que aporta otro toque de humor y una reflexión final: La Ley de Atracción funciona también colectivamente.
Aquí vemos más de estos verdaderos «milagros al revés», insólitas sucesiones de eventos catastróficos, que en este caso afectan a un pueblo entero. Como para reflexionar en estos tiempos de crisis global…
Axel Piskulic
